7 am, suena el despertador de mi celular, invitándome a incorporarme al mundo de los de afuera... y yo, sin muchas ganas, tengo que sacar un pie de mi cama calientita, preguntándome -como todos los días- ¿por qué dejé mis pantuflas tan lejos?.
Me levanté a un día extraño, me acerqué a la ventana y se veía gris y frío, no sería un día cualquiera, pensé. Sabía que mi papá tenía cita con el doctor hoy; y me preocupaba, al igual que me preocupa ahora. Por más que intento huir del tema, es algo que me acompaña todos los días.
Decidí acercarme al baño, con frío, con las esperanza de un rico baño caliente, esperanza que fue recompensada... al salir, irremediablemente encendí el calentador para no congelarme mientras me preparaba para irme. No sé cómo pasa el tiempo de mis mañanas, que pareciera que cada minuto se lleva 15 y en un momento ya se hizo tarde. Correr correr, tomar vitaminas, buscar kleenex ( para mi gripa eterna), secar el cabello ( para no congelarme), abrazar a willy, tratar de ponerle su suéter, no lograrlo,buscar aretes que combinen, frío, suéter, abrigo, perfume, comer algo, correr, congelarme, dónde dejé mi bufanda?, "buen día pa, suerte, te llamo al rato". ( será que los colibríes no suben a comer con tanto frío?).
Bajé corriendo las escaleras y al llegar al estacionamiento una vez más los vecinos habían dejado atrás de mi su camioneta: ( modular voz, poner sonrisa, tocar timbre) " holaaaaa buen díaaaa, los molesto con su camionetaaaaaaa??"( pensando: ojalá se apuren hellooo!!!, ya es hora, no puede ser que estén dormidos!!!), mientras tanto, un " miaaaauuu" doloroso se oye en el otro lado del garage. Es " miau" ( así lo nombré).
Miau es un gatito blanco que hace mucho tiempo llegó a mi casa, era bebé y como yo tenía perro, fue adoptado por el vecino del departamento de abajo, él ama los gatos. Tiempo después, yo pasaba por su casa y lo veía a él, blanco y a otro negro, tomando el sol en la ventana. El caso es que ese vecino se cambió de casa, y en el misterio está si él lo dejó, o el gato desesperado, al ver la puerta abierta hacia el mundo, corrió, abrazando su libertad jajaj, lo cierto es que esa libertad le costó un poco cara.
Miau se quedó sin casa, y todas las noches, y ahora también las mañanas, recorre el estacionamiento suplicando un abrazo de un transeúnte... y claaarooo quién cae en sus chantajes gatescos???? pues yooo! jajaja, bueno y otros vecinos que no soportamos la idea de verlo sufrir y sin casa.
Miau está viviendo en mi garage, en una canastita que encontré hoy que un buen vecino le puso, comiendo whiskas que le compré antier, esperando recibir caricias de quien se detiene unos minutos.
El caso es que en mi prisa de hoy Miau salió a recordarme la historia de sus infortunios, y yo esperando que movieran la camioneta y congelándome... bajó el vecino, intercambiamos opiniones sobre la triste situación de Miau, movió su camioneta, subí al coche y partí.
Una vez más, calefacción urgente, gotas en ojos, hacerle cara fea al que no me dejó pasar, "helloooo my friend, para eso es el tope!!!"...
Y comienza el proceso arreglesco, si, soy una de las 567392 mujeres que se arreglan en el coche, y hay más: hablo por teléfono, me arreglo y manejo, todo en uno! ( estoy trabajando en incluir leer el publimetro en el multitasking issue). Platicaba con mi hermana que aunque haya tiempo para arreglarnos, no es lo mismo, arreglarse en el coche tiene su encanto jajajajjaja.
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