hoy en diferentes ocasiones, me he preguntado lo mismo... cuándo llegamos a dónde estamos ? cuándo el alimento se vovlió un privilegio de unos?
Hoy estaba en el super haciendo fila, comprando una caja de cereal que me quitaría el hambre y además me haría sentir saludable ( ja!), cuando un viejito en la caja de a lado, pagaba sus artículos (si si, no dejaré de lado mi debilidad por los viejitos tiernos).
Cuando voy en la calle, caminando, en el coche o donde sea, tengo esa no sé si buena o mala costumbre de observar todo lo que está alrededor, y así me imagino historias de las personas que pasan,de la señora que lleva al niño, del señor que va cargando una caja. En fin, el hecho es que este buen señor setaba en la caja esperando que le cobraran sus artículos; él, alto, flaco, su piel quemada y arrugada por el tiempo y el sol, sus mejillas caídas por el efecto de la gravedad y la falta de la dentadura. seguí su camino con la mirada en lugar de ver si me cobraban bien ( espero que si )y él para pagar sacó un billete de 500 pesos de los viejitos, de esos que yo tenía en una bolsita que me dió mi abuela, los color beige...y la cajera lo vió con desprecio, con la cara de alguien que no entiende nada, con la cara de alguien que solo le importa el color feo de su cabello; y entonces él, le dió otro billete, esta vez de 100 pesos, pero igual de esos viejitos. ella le dijo que esos no servían... y él le decía que se los dieron en el banco... con su cara inocente y tierna, le dió un billete de 50 que también tenía ( esta vez, de los buenos), y le dijo que lo que no alcanzara lo regresara... Yo en mi afán de no sentir dolor, supliqué que estuviera comprando alcohol o algo a´si, para verlo con desprecio y seguir con mi camino... pero no, él llevaba aceite, y café en polvo...
No sabía qué hacer, pagar su super? darle un sape a la cajera?... no pude hacer nada... tomé mis bolsas y salí caminando...
pensando... él solo quería una botella de aceite capullo... y un nescafé en polvo...
...yo an cambio... llevaba mi cereal para enflacar... mi botella de agua con 20 % más, una taza, y un the especial para reducir el estrés...
sin palabras...
1 comentario:
Qué lástima lo que narras, es una más de las tantas incomprensiones de nuestro mundo “moderno” que se olvida de lo antiguo, esta vez en la figura de un anciano. Desconozco lo de los billetes de tu país; pero igualmente me parece mala la actitud de la cajera de no poder comprender al pobre hombre, siendo que seguramente ella también estará en su lugar algún día.
El alimento, como muchas otras cosas, parece que se volvió un privilegio no reservado para la gente de edad o los indigentes. Yo me pregunto dónde vamos a llegar con estas actitudes, no hacia un mundo mejor precisamente.
Saludos.
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