Entrar en aquél bosque no era fácil... era un lugar al que solo algunos podían llegar, nadie sabía cómo ni cuándo,pero una vez dentro, te dabas cuenta de que habías llegado. No era Avalon, ni Lothorien, pero era un lugar al que nadie sabía cómo llegar. Lo supe el día que estuve ahí, levanté la cara sobre el pasto, los rayos de sol llegaban a mis manos y calentaban mis brazos... era como despertar en medio de un sueño... no veía claro, solo había mucha luz... y el pasto, el pasto se sentía suave bajo mis manos, bajo mis pies, estaba ahí recostada en aquél lugar. Y aún sin saber dóbnde estaba, sentía una inmensa paz.
Tenía ganas de no salir de ahí nunca solo contemplar y escuchar...
me levanté lentamente hasta estar sentada. Solo había árboles alrededor, muchas árboles y de distintas formas y colores, hojas blancas comenzaban a caer sobre mi cara... el viento soplaba lentamente y un olor a miel se percibía ligeramente. decidí quedarme ahí y solo observar, observar con los oídos, con la mente. cerré los ojos, y escuché una canción, no sabía que decía, pero hablaba de otro tiempo y en otra lengua, y aún sin entender, entendía.
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